jueves, 6 de septiembre de 2007

Sobre el ensayo...

Entre las definiciones que uno puede encontrar sobre lo que significa un Ensayo, bien podríamos decir que sus similitudes más destacadas son, que defiende un punto de vista y sus temas pueden ser variados. Claro está que hablamos de un género literario de composición y tesis, Ortega y Gasset lo define como "es la ciencia menos la prueba explícita".

Conciente de que después de todo, mi percepción de este género será siempre limitada y de desplantes ingenuos, me quedé pensando en la infinidad de incoherencias e inconsistencias que he dicho a lo largo de un gran ensayo que he escrito en muchas partes. Pues podría argumentar que hasta el día de hoy, esta disciplina es un tema completamente inexplorado por mí, lo que haría más sencillo justificar aquellas opiniones vacías y juegos semánticos que están condenados al indulto y benditos de inexperiencia. Es decir, su naturaleza literaria, frente al idealismo joven muchas veces se pierde en la vaguedad y su argumento es como una nube de humo, perceptible y sofocante, no obstante condenada a disiparse en el cielo, en la posibilidad infinita.

No condeno nuestro idealismo o inexperiencia, como tampoco descalifico aquellos intentos de un ensayo más grande; uno de brazos y piernas, con razón y sentimiento, ese que es de carne y del tiempo. Simplemente me interesa destacar la complejidad del juicio, de la introspección de comunicar lo que consideramos único y no es más que el eco de un cuestionamiento universal emulado en nuestras relaciones, valoraciones y excesos. Pues si se trata de comunicar, se empieza por el prejuicio, mas no podemos permanecer allí.

Ensayo de todos y uno mismo, la visión de un autor que habrá de mitificarse y no puede, no debe apelar al sentido común en la poesía de su voz, de su argumento y del segundero que trae la noche para nosotros los ciegos.

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